Bon appétit amig@s,

Es sin duda la tarta helada más conocida  (junto a la famosa tarta helada al wisky que haré en otra ocasión ya que también me encanta) que venimos disfrutando en nuestros hogares desde que la marca de helados FRIGO la hiciera popular en los años 80.

¿Quién no la ha comprado y comido en su casa para cualquier celebración o simplemente para tomar un riquisimo postre bien fresquito con esta tarta?

¿Y porqué no hacerla nosotros mismos?

Es tan sencilla que una vez que la hagáis, tendréis la base para hacer helados caseros muy fáciles de los sabores que más os apetezcan. Eso sí, algo calóricos , sin abusar y en pequeñas porciones jaja.

Hoy en día encontramos en la mayoría de supermercados nata y leche condensada sin lactosa, así que nos será fácil hacerla sin lactosa y disfrutar todos de esta estupenda tarta helada.

Ingredientes:

500 ml de nata mín. 35% grasa

(nata para montar)

300 gramos de leche condensada

150 gramos de chocolate para postre

Empezamos por preparar las láminas de chocolate que irán en medio de esta deliciosa tarta.

Marcamos sobre un papel de horno con un lápiz el contorno de la base de nuestro molde rectangular . Haremos 4 láminas en total.

Fundimos al baño maría o al microondas el chocolate y una vez un poco templado vamos a rellenar estos rectángulos dibujados. No olvidaros de dar la vuelta al papel antes de poner el chocolate.

Llevamos al frío durante unos 20 minutos o al congelador durante 5 minutos. Se habrán endurecido.

Seguimos con la crema del helado. Con esta base de helado y añadiendo frutas, chocolate, menta etc… podréis preparar unos estupendos helados caseros.

En un bol montamos la nata -que tiene que estar bien fría- y cuando casi lo está, añadimos la leche condensada y seguimos montando hasta firmeza.

Para el montaje de la tarta:

Envolvemos nuestro molde con papel transparente film de cocina así nos será muy fácil desmoldar después.

Ponemos una primera capa de crema de nata-leche condensada y seguimos con una lámina de chocolate que se habrá enfriado bien. Repetimos la operación 4 veces hasta terminar con una buena capa de crema.

Dejamos enfriar en el congelador un mínimo de 4 horas. Desmoldamos y decoramos a nuestro gusto, yo espolvorée con un poco de cacao puro sin azúcar y unas bolitas de chocolate.

Tener en el congelador esta tarta es muy socorrida para un imprevisto y sùper refrescante para el verano.

Bon appétit Mama

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