Bon appétit amig@s,

 

Mañana es domingo , tengo invitados para comer y quiero preparar un postre de lujo pero que a la vez pueda tener ,por lo menos, gran parte de la preparación hecha con anterioridad. Nada mejor que un Lemon pie (pie significa pastel en ingles) o

Tarta de crema de limón con un riquísimo merengue.

 

Reconozco que es un poco laboriosa ya que son 3 preparaciones pero preparé la crema de limón y el merengue

italiano el día anterior por lo que  ya los tengo listos en la nevera. Solo me queda preparar una buena masa sucrée para la base, cocerla en blanco, enfriarla y montar mi tarta.

 

Ingredientes :

 

Para la masa sucrée: 

300 gramos de harina

200  gramos de mantequilla

100 gramos de azúcar

1 huevo (M)

Una cucharada de vainilla

Pizca de sal

Para la crema de limón:

4 yemas

200 gramos de azúcar

60 gramos de maicena

200 ml de zumo de limón

500 ml de leche

Una cucharada de vainilla

Para el merengue italiano:

4 claras

240 gramos de azúcar

 

 

Masa sucrée: En un bol ponemos la mantequilla (que tiene que estar a temperatura ambiente) y la batimos ligeramente para deshacerla. Le añadimos el azúcar y mezclamos. A continuación agregamos el huevo entero y la vainilla, integramos bien. Por ultimo incorporamos la harina en 2 tandas y con la ayuda de una paleta, vamos aplastando la harina en el resto de los ingredientes. Como véis, no usamos las manos para amasar ya que lo que queremos es formar la masa integrando todos sus componentes. Envolvemos la masa en un papel transparente y la dejamos enfriar mínimo 30 minutos en la nevera para que adquiera mayor consistencia y podamos luego extenderla muy bien.

Una vez fría, la extendemos y forramos un molde. Hay que cocer la masa en blanco, para ello la forramos con un papel plata y ponemos alguna legumbre seca encima a modo de peso. La tendremos así durante 15 minutos en el horno a 175 grados y luego otros 10 minutos sin el peso. Cuando este dorada , estará hecha.

Crema de limón: Mientras calentamos la leche suavemente en un cazo, vamos a mezclar en un bol las 4 yemas junto al azúcar y la vainilla. Incorporamos  la maicena y por ultimo el zumo de limón poco a poco. Una vez bien mezclado, añadimos un poco de leche caliente, removemos y vertemos toda la preparación en el cazo que tenemos al fuego para cocinar y espesar la crema. Lo haremos de forma suave durante unos minutos hasta conseguir el espesor deseado. Vertemos la crema en un bol, lo tapamos con papel transparente y la dejamos enfriar totalmente antes de llevarla a la nevera.

Merengue italiano : es el merengue ideal para este postre ya que no necesita cocción. Su dificultad consiste en añadir en forma de hilo un almíbar que esté a 118 grados (lo llaman a punto de bola) mientras batimos las claras . Tarea nada fácil cuando no somos profesionales.  Pero existe una forma mucho más sencilla de hacerlo y es al microondas : en un bol ponemos las 4 claras y añadimos el azúcar. Sin remover llevamos el bol al microondas durante 30 segundos. Lo sacamos removemos un poco con un tenedor y volvemos a repetir esta operación ( 30 segundos) y así hasta 5 veces en total.  Es facil de acordarse de las veces que hay que hacerlo ya que siempre es una vez más que el numero de claras que hemos puesto.

Al final tenemos unas claras un poco espumosas y calientes donde el azúcar se habrá fundido perfectamente.

Enseguida tenemos que coger nuestra batidora eléctrica y montar las claras a punto de nieve hasta que estén bien firmes. Se tardará unos 3-4 minutos. Cuando forme picos firmes y podamos poner nuestro bol bocabajo sin que se caiga el merengue, ya lo tenemos listo. Entretanto se habrá enfriado bien. Lo guardamos en la nevera y lo utilizaremos solo justo antes del montaje de la tarta.

 

Bueno ya tenemos las 3 elaboraciones preparadas. Ahora solo nos queda montar la tarta. Vertemos la crema en nuestra base cocida y la cubrimos con el merengue. Podemos ponerlo en forma de picos con la ayuda de una manga pastelera  o hacer unos dibujos con la ayuda de un tenedor.

Quemamos levemente el merengue con un soplete ,o si no lo tenéis, con el gratinador del horno.

 

¡Y ya está lista! Una delicia de contrastes de ácido y dulce

 

Bon appétit Mama